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pronto que tarde oirás hablar del Ministerio de Asuntos Islámicos y del Habous.
Como nosotros no tenemos nada parecido, te llamará la atención y empezarás a
preguntar ¿Qué es el Habous?.
El
Habous es una figura jurídica del
derecho musulmán sobre la propiedad que aparece principalmente en las legislaciones
del Medio Oriente y, sobre todo, en los países del Magreb. Tiene su origen en
el Corán y consiste en que para hacerse
agradable a Alá cedes tus bienes, los colocas fuera del comercio humano siempre
contaminado y los rendimientos de su gestión deben ser dedicados a la caridad y
obras piadosas siempre a favor de los pobres.
En
Europa, durante muchos años y para congraciarse con Dios, los ciudadanos
piadosos legaban o entregaban sus bienes
a la iglesia o a congregaciones religiosas que de esta manera fueron
constituyendo un importante patrimonio.
Aquí, todo es más sencillo, se los dejas al Estado a través de la figura del
Habous con la garantía de que está supervisado y bajo la tutela de S.M. el Rey.
Con
los años el Habous ha ido consolidando un colosal patrimonio de 50.000
inmuebles y más de 80.000 hectáreas en tierras agrícolas.
Sobre
el patrimonio inmobiliario explican que están por todas las ciudades y que
también hay bienes en el extranjero, algunos de ellos en Arabia Saudita cerca
de los lugares santos.
Sobre
las tierras agrícolas señalar que el 27%
son explotadas por los ayuntamientos.
La
idea es buena, así los bienes son confiados a Dios y las rentas que se obtengan deben ser destinadas a construir escuelas,
mezquitas y socorrer a los pobres. Pero los medios de comunicación se quejan de
su opacidad, de su deficiente gestión porque al ser de dios no son de nadie, de
que no se explica bien a que se dedican sus recursos y lo avalan explicando que
el alquiler medio de un inmueble es de 293 dhs/mes (unos 26 euros) y que lo
realmente importante es tener un amigo de confianza en el Habous que te pueda
proporcionar un buen apartamento o local comercial.
El
Ministro de Asuntos Islámicos y del Habous es designado por S.M. el Rey y cada
vez que llega un nuevo equipo al ministerio anuncia que va a elaborar el
inventario de los bienes, que van a implantar técnicas de gestión más modernas
con ayuda de las nuevas tecnologías y que van a proteger el patrimonio
procediendo a su anotación en el registro de la propiedad inmobiliaria, algo
así como nuestro catastro. Y que todo va ser más transparente. Buenas
intenciones que, por extrañas razones, se complica con el paso del tiempo y así
hasta la llegada del nuevo equipo para volver a empezar. Pura condición humana.
En
relación con los asuntos islámicos es el ministerio de referencia. Publica las
horas de la oración en las diferentes ciudades, es quien fija oficialmente el día en que empieza el Ramadán o el día en
que acaba o la fecha exacta de la fiesta del cordero siempre en función de las
fases lunares rodeadas de misterio. Menos conocido es que es el responsable de
ordenar los viajes a La Meca. Arabia Saudita fija un cupo de peregrinos para
cada país en el ramadán para evitar los excesos. A Marruecos le han adjudicado
26.000 peregrinos para este año. Y el ministerio establece los criterios para
poder apuntarse, que este año ha sido haber cumplido los 63 años. Luego
organiza los viajes y supervisa las agencias que pueden ofrecerlo y se preocupa
del buen desarrollo de la peregrinación que no es poco.
Construye
mezquitas, tutela la formación de los imames y oulemas, les paga un sueldo y
sugiere los temas a tratar cada viernes en la oración de la mezquita. Es decir,
hace de administración de la iglesia con todo lo que ello supone.
Lo
dicho, una administración potente que se preocupa de las cosas del espíritu y
que garantiza que las cosas sean como deben de ser.