domingo, 27 de enero de 2013

Las frias noches de invierno en Rabat



Cuando uno viene a vivir a Rabat piensa que, como está casi a la altura de las islas Canarias, el clima será suave en invierno y no harán falta los abrigos. No es exactamente así.

No es que las temperaturas sean muy bajas, es que las viviendas no están preparadas. 

La proximidad del océano atlántico y del rio  Bouregreg  hace que la humedad sea muy elevada y la mezcla de frio y humedad por las noches, junto a la falta de calefacción en las viviendas es decisiva.

Un amigo diplomático explica que ha pasado mucho más frío durante el invierno en Rabat que cuando estuvo destinado en Moscú y otro amigo me explica que no lee en la cama por las noches para no sacar las manos.

Todos coinciden en que por las noches hace menos frío en la calle que dentro de las casas, que al meterse en la cama parece que está mojada y que la ropa de los armarios parece que no está seca.

También oirás decir que la gente se abriga no al salir de casa, sino cuando entra en casa.

El frío dentro de las casas es un tema de conversación común durante el invierno y cada cual explica como intenta superarlo. Te dirán que el deshumidificador es el electrodoméstico básico y esencial, que los radiadores de aceite son una buena solución porque no cargan el ambiente, que la estufa de gas o el calefactor les sirve para la habitación en la que concentras tu vida en invierno o que no se mueven de la chimenea los que tienen la suerte de tenerla. Y para la cama la esterilla eléctrica.

Menos mal que el invierno solo dura dos meses.


Venir a Marruecos



Dicen que los funcionarios que piden ir a Marruecos se pueden clasificar en tres grupos. Los aventureros, los expatriados y los emigrantes.
Los aventureros son los más inquietos, buscan emociones, cambio, descubrir y Marruecos les parece sugestivo para su proyecto vital. Los expatriados llegan huyendo de algo, de relaciones sentimentales  o familiares problemáticas o de situaciones laborales sin salida. Estos olvidan que lo primero que se encontrarán al abrir la maleta son sus problemas,  pero es verdad que la distancia les da otra perspectiva. Y los emigrantes que vienen por dinero,  a ahorrar para poder pagar la hipoteca o para poder dar la entrada de la hipoteca.  No es extraño que algunos vengan por una mezcla de estas razones.
Explican que Marruecos tiene mala entrada y mala salida. Es verdad que cuesta entrar y adaptarse, que los primeros meses y hasta el primer año son difíciles y tienen razón. Todo es complicado, te perecerá que nada funciona o que nada funciona bien y cualquier gestión es un laberinto. Aquí los amigos o compañeros son esenciales porque existe una solidaridad entre los españoles en Marruecos, porque las dificultades unen y te ayudarán a relativizar los problemas porque ellos también lo han pasado. Luego te dirán que se vive  bien y es verdad que se puede vivir muy bien. También te explicarán que al final cuesta irse, que te has acostumbrado y que se te hace cuesta arriba el regreso. Aunque hay quien dice que el último año ya no es lo mismo porque sabes que se acaba y te preocupará el nuevo cambio.
Un buen consejo es cuidar la vivienda, encontrase a gusto en la vivienda porque vas a pasar muchas horas en ella y conviene no olvidarlo. La primera decisión es apartamento o villa. Aquí a los pisos les llaman apartamentos y a las casas, villas. Si vienes solo o en pareja toca apartamento y si vienes con niños y puedes, la alternativa es la villa. El apartamento puede estar en el centro o en los barrios de Agdal o Hassan todos ellos con cafeterías, comercio y servicios y la villa te llevará a barrios más alejados y residenciales. La distancia al lugar de trabajo es decisiva porque el tráfico en hora punta es disuasorio.
El otro consejo es que si puedes, vengas acompañado. La diferencia entre venir solo o acompañado no es despreciable. Compartir “in situ” las sorpresas y las vicisitudes no es lo mismo que tenerlas que explicar a distancia y por teléfono. Pero, en este tema, cada cual está condicionado por sus circunstancias y la compañía si no te la traes ya la encontrarás aquí.


domingo, 13 de enero de 2013

Tánger



La Tánger mítica, cosmopolita, bohemia y canalla ya no existe....ahora es otra cosa.

Su historia está vinculada a su estratégica posición a la entrada del Mediterráneo, a su amplia bahía como refugio de embarcaciones y a que es la fascinante puerta de África.

Hacia principios del siglo XX, cuando todas las potencias jugaban a repartirse Marruecos, Tánger, por su posición, fue declarada  zona internacional dando lugar a su época dorada. Llegaron habitantes de todos los países y de todas las calañas haciendo de la ciudad un lugar único y excepcional de conspiraciones y negocios al abrigo de las dos guerras mundiales. Cuando después de la independencia fue incorporada a Marruecos, se fueron los extranjeros, se fueron los espías, se fueron las inversiones, se fueron los artistas y se fueron los negocios entrando en una etapa de decadencia agravada por el abandono de Hasan II.

Ahora está viviendo una etapa de desarrollo con su nuevo puerto, su nuevo aeropuerto, su nueva zona franca, el impulso del turismo y un boom inmobiliario de dudoso gusto. Pero ya es otra cosa.

Para el alojamiento podemos elegir entre La Tangerina, un riad con encanto dentro de la medina, el Hotel Continental, un clásico decadente de toda la vida con las mejores vistas a la bahía o el lujoso Hotel Minzah que es a Tánger lo que la Mamounia a Marraquetx, el Palais Jamal a Fez o el Tour Hassan a Rabat. Todos tienen wifi que es lo que hoy pedimos para nuestro alojamiento. Sigue sorprendiendo que cualquier reserva hecha por internet sea más económica que llamando por teléfono directamente.

Para comer recomiendo Le Saveur Mediterranée, cerca del hotel Minzah, bueno y barato pero no bonito. Nada es perfecto, pero el pescado exquisito y los platos sorprendentes. No hay carta y sirven lo que hay cada día. Haremos bien en acordar el precio antes de sentarnos para no tener sorpresas.

Al final tendrás que ir a la Medina que es donde está lo que has ido a ver y donde podrás comprar de todo y un poco más. Están todas las marcas de ropa que fabrican en Marruecos, que nos resultarán familiares y a buen precio. Y para artículos de piel preguntar por la boutique Kairouane en el 6 de Nuveau Fontine o por Les Merindes en el 21 de Sebaou.


Fuera de la Medina está la perfumería Maldini, en la plaza de los cañones que dicen que es toda una institución. Llevan en el negocio desde 1919 según dice su tarjeta y el cartel de la entrada y venden las mejores copias de todos los perfumes del duty free. El catálogo es inmenso con más de cien copias de perfumes de todas las marcas y el precio no llega a los cinco euros. Dirás que no son iguales que el original y es verdad, el envase es muy sencillo  pero en la  fragancia cuesta encontrar la diferencia. Muy cerca, bajando la calle Khalid Ibn El Oualid a mano izquierda, encontraremos Alí Souvenirs, de marroquinería, donde el propietario de cierta edad nos recibirá con una gorra del ejército español en el mostrador explicándonos que es de la época del protectorado, con una guía telefónica del año 1953 para que busques los habitantes que habían con tu mismo apellido y con gran dignidad te dirá que sus precios son fijos y ajustados y que no admite regateo.

Las diferencias con Rabat son que aquí las chilabas son muy oscuras y en Rabat mucho más claras (dicen que es una característica de todo el Rif), que en Tánger hay más mujeres con la cabeza cubierta (dicen que son las que han venido del campo a la ciudad), que negocian en euros (es por la presencia de turistas) y que en la Medina hay más variedad de productos y a mejor precio que en Rabat. ( ser la capital encarece las cosas).

Para hacerse una idea de la desidia de nuestra administración hacia Marruecos se recomienda la visita al Teatro Cervantes. Es propiedad del Estado español, está al pié de la Medina, fue construido en el año 1913, acaba de cumplir cien años y se encuentra en  estado de completo abandono algo así como un monumento al olvido. Haríamos bien en cederlo a la ciudad de Tánger para su posible recuperación.

Quizás el monumento más entrañable y que mejor refleja la historia de nuestra presencia en la ciudad sea el Hospital General de España. Construido en 1952, es un inmenso edificio de estilo colonial rodeado de un espléndido jardín. Cuentan que era de lo más avanzado en su época y que prestaba servicio a los cerca de 50.000 españoles residentes en aquellos tiempos y hoy es un asilo de ancianos que  acoge a unos 30 españoles de avanzada edad y en situación de necesidad ,que han visto y vivido todos los cambios y transformaciones. Se recomienda ir a verlos e intentar hablar con ellos. Invita a la reflexión sobre la relatividad de nuestra existencia.


jueves, 10 de enero de 2013

Halal o haram



Todo lo que está de acuerdo con el Corán es “halal” y lo que va en contra es “haram”.

Un buen ejemplo puede ser la carne. Si el animal ha sido sacrificado de acuerdo con el Corán, la carne será “halal” y es por ello que las carnicerías islámicas instaladas en Europa rotulan en grandes caracteres “halal”. En todo caso, la carne de cerdo siempre será “haram”.

Ya hay alimentos en Marruecos con la etiqueta “halal”.

Ser “halal” es un plus en Marruecos, da buena imagen y ayuda a vender. Es algo así como llevar la etiqueta de ecológico o verde en occidente.

Ahora anuncian en Marruecos la implantación de un banco “halal”. No sé  qué quiere decir, pero si ser “halal” es no meterse en las hipotecas subprime, en las participaciones preferenciales, en los derivados o en los mercados de futuros  ojalá nuestros bancos hubieran sido “halal” porque nos habríamos evitado muchos problemas.

La moda de lo “halal” nos puede llevar en un próximo futuro a ver hoteles “halal”, viajes “halal”, coches “halal”, casas “halal” o ropa “halal”. Tiempo al tiempo, el marketing manda.

Pero aquí todo es relativo. Los juegos de azar y las apuestas son “haram”, pero ello no impide que exista una empresa pública que tiene el monopolio de las apuestas y loterías del Estado. Las bebidas alcohólicas son “haram”, pero ello no impide que haya fábricas de vino o cerveza para atender las necesidades de la hostelería y del turismo.  Modificar el cuerpo que Dios nos ha dado debería ser “haram”, pero ello no impide que las clínicas de cirugía estética estén a la orden del día.

El caso más curioso es el de la usura que evidentemente es “haram”. Pero al final te explicarán que solo será “haram” cuando supere determinada tasa de interés que está alrededor del 14%. Dicho de otra manera, un crédito al 20% será “haram” pero si es al 5% no pasa nada.

País fascinante en plena transformación.






sábado, 5 de enero de 2013

El árabe en Marruecos






Oirán decir que en Marruecos se habla francés y es verdad que todos los que han estudiado y en las ciudades se habla francés,  pero no deberíamos equivocarnos, su idioma es el árabe y en el medio rural, en las ciudades dormitorio y donde no hay turistas solo hablan árabe. Mejor dicho hablan “dariya” que es la versión del árabe que se habla en Marruecos.

Para los occidentales no es fácil y cuesta ir más allá de las palabras básicas de cortesía que ellos agradecerán en extremo al inicio de cualquier conversación.

Explican que en 1.956 cuando alcanzaron la independencia una de las primeras medidas fue cambiar los nombres de las calles del francés al árabe. El lío fue considerable, algunos europeos residentes todavía no lo han asimilado y las grandes avenidas siguen siendo conocidas por su nombre en francés.

Sorprende que en España haya tan poca gente que haya estudiado árabe. Son nuestros vecinos del sur, están en el otro lado del mediterráneo, hay mucha historia compartida y siempre se ha hablado de la tradicional amistad hispano árabe pero, a pesar de todo, casi nadie habla árabe. En estos tiempos de tribulaciones en los que nuestros jóvenes se ven obligados a viajar en busca de trabajo, les aconsejaría que aprendieran el árabe. Las posibilidades que abre son muchas y una inmersión en verano y en Rabat para aprender árabe es sugestiva.

Las negociaciones oficiales entre España y marruecos son peculiares. Se discute en francés pero las actas de las reuniones son solo en árabe y en español. La imagen de la firma del documento en el otro idioma que nadie entiende es, como mínimo, peculiar. En esto los franceses, como en tantas otras cosas, nos llevan ventaja.

Hay algunas palabras que por repetidas y frecuentes se van aprendiendo como son:
Ibn (hijo de), Dar (puerta), Oued (rio), Jabal (montaña), Ain (fuente), Erg (duna), Souq (mercado), Medina (ciudad vieja), Tariq (calle) o Riad ( casa tradicional con patio interior).

Para aprender algunas palabras o expresiones recomiendo el sistema “posit” que es ir apuntándolas en aquellas pequeñas hojas amarillas e irlas pegando por toda la casa. Como siempre es una cuestión de perseverancia. Suerte.