lunes, 29 de abril de 2013

Los yinn



En todas las culturas existen. Son aquellos personajes imaginarios que si por alguna razón les molestas o les provocas te crearán problemas y te harán la vida imposible, por lo que harás bien en protegerte y cuidarte de ellos.

En Marruecos les llaman los “yinn” y están muy arraigados en la cultura popular.

El Corán ya habla de ellos cuando dice que Dios creó al hombre de la tierra y a unas criaturas del fuego. Estos son los yinn, pertenecen a un mundo psíquico y sutil, son volátiles y pueden tomar diversas formas.
Yinn viene del árabe y significa “oculto a la vista”. Su mundo es un mundo independiente, con sus propias características que están ocultas. Suena a esotérico.

Como las personas, hay yinns buenos y malos; a éstos últimos se les considera criaturas maléficas y demoníacas que mantienen alguna relación con Satanás. Los yinn viven en todas partes. Muchos de ellos en lugares sucios como cocinas, baños, armarios y, sobre todo, ruinas. Te explicarán que también habitan en las tuberías y es por esto que nunca deberás verter agua o líquidos hirviendo porque les provocarás.

Son especialmente sensibles a la noche por esto deberás abstenerte de barrer o fregar cando se ha puesto el sol porque les molestarás. Harás bien en evitar el agua en el interior de la casa porque no les gusta, son especialmente sensibles y se pueden enfadar.

Cuando alguien tiene problemas mentales, te dirán que está poseído por un yinn, que se le ha mentido dentro de su ser.

Y si en tu casa aparecen manchas extrañas o se encienden luces a destiempo o hay averías inexplicables, te dirán que son los yinn.

Para protegerte de ellos está el Corán, la palabra de Dios.  Deberás decir “bismillah”, “en el nombre de Dios”, antes de empezar a cocinar, a comer o a lavarte y así estarás protegido. Deberás decir “salam alekum”, la paz sea con vosotros, antes de entrar en casa o en una habitación para ahuyentarlos. Y convendría que tuvieras ejemplares del Corán o recitaras alguna sura porque los aleja.

También explican que de vez en cuando hay que hacer un gran plato de cuscús y sacarlo a la calle;  luego, cuando lo encuentres vacío, sabrás que se lo han comido los yinn y están contentos.

Te costará que te hablen de los yinn porque  la gente no se siente cómoda, podrías despertarlos…………….







viernes, 26 de abril de 2013

Paquita cumple 100 años



Es la  emigrante  de mayor edad entre los españoles en Marruecos.

Vive en un segundo piso sin ascensor en el centro de Rabat, cerca de la plaza Petri y si pasas caminando por su calle y miras hacia su balcón, la podrás ver sentada en un sofá viendo pasar la vida por su querido Rabat.

Tiene 99 años y es un monumento a la coherencia y a la dignidad y por esto es respetada por todos. Por sus amigos y por sus no tan amigos.

Nació el 5 de noviembre de 1913 en la Calle San Bernabé, 6 de Madrid.

Sus padres,  avanzados para su época, hicieron un gran esfuerzo y la enviaron a estudiar a Paris, al Lycée de Jeunes Filles.

Al regresar a Madrid y como corresponde a una familia culta de aquella época, eran republicanos convencidos.

De joven,  llegó a ser secretaria de Wenceslao Roces, Subsecretario de Instrucción Pública en la etapa del gobierno republicano en Valencia.

Hacia el final de la guerra civil en 1.939, y como tantos otros, tuvo que salir de España hacia el exilio. Iba con su madre y os puede explicar su estancia en el campo de concentración de Le Boulou.

De Francia solo te dejaban salir hacia Argelia o Marruecos. Tenía un tío de su padre en Rabat. Le escribieron y la respuesta fue un telegrama diciendo que había fallecido. Les sirvió para que les dieran un “laissez passer” para ir a Marruecos. El viaje que ella explica, sin dinero y por Orán, es una pequeña odisea.

Llega a Rabat en el año 1939, en pleno protectorado francés.

En los años 40 trabajó como dactilógrafa en el Colegio Real dentro del Palacio Real en Rabat.

Os explicará que cuando ganaron los aliados la segunda Guerra Mundial  estaban seguros  de que pronto iban a volver a España. Y luego la decepción.

Os explicará que el grupo de los exiliados republicanos en Rabat eran pocos, pero estaban  peleados entre ellos. Los comunistas, los socialistas y los anarquistas, a pesar de todo lo que había pasado, no habían aprendido la lección. Muy español.

En el período 1.955-1.959 fue la secretaria/intérprete del Príncipe Moulay Hassan, que luego sería el Rey Hassan II. Si le preguntáis sobre Hasan II os dirá que era muy inteligente.

Os explicará los viajes al protectorado español acompañando al Príncipe y como les recibían las autoridades españolas que eran todas franquistas. Y los viajes al París del hotel Crillon.

Os explicará que los españoles de Rabat se alegraron mucho con la independencia de Marruecos en el año 1.956. Siempre añade, con una sonrisa, que los franceses están muy bien en Francia pero no en Marruecos.

Hasta 1.988 no quiso tener el pasaporte español y solo lo fue a pedir porque su hijo quería ir a España y no quería que fuese solo. Apunta que tardó 50 años en acercarse al Consulado de España por razones de coherencia y dignidad.

Luego trabajó en varias empresas francesas.

En el año 2007 y con 93 años, le hicieron un homenaje y escribió sus memorias que podréis encontrar en el libro “Españoles en Marruecos 1900-2007”.

Es un monumento a la dignidad. Sigue celebrando el 14 de abril y si miras que canales de televisión tiene programados verás que son Euronews en francés, Russia Today en español, canal sur y euskaltelevisa. Es auténtica y pertenece a otro mundo.

Si le pides un consejo te dirá que seas coherente, que cuides la alimentación y que no te fíes de nadie. Ni de los marroquíes ni de los españoles.

A pesar de ser una enamorada de España sigue siendo crítica con la transición y es partidaria de una Républica Federal para nuestro país.

Cuando te reciba te ofrecerá siempre un vermouth y te pedirá algún ejemplar de El País. Le gusta que la visiten. Siempre está elegantemente vestida y bien peinada.

Lo dicho, un lujo y un privilegio hablar con ella. Te hará pensar en los que nos precedieron, en las dificultades de la vida y en la importancia de ser coherente con tus ideales. Es la memoria viva de la emigración española en Marruecos y forma parte de la historia de nuestro país.

La podréis encontrar en la rue Moulay Abdelaziz, nº 1. 2 éme étage. Vale la pena visitarla. Aviso, tiene mucho carácter y poca paciencia a pesar de su edad.

Este año, Paquita cumple 100 años.

lunes, 15 de abril de 2013

El punto de encuentro de los epañoles



Desde su creación a principios del siglo XX, era tradicional que los españoles residentes en Marruecos tuvieran en las denominadas “Casa de España” su punto de encuentro. Fueron creadas con un objetivo:establecer lazos de amistad, de unión y de apoyo entre la colonia toda que reside en este Protectorado”. Disponían de estatutos y constituían una Junta Directiva que, elegida por sufragio de la Asamblea General Ordinaria de socios,  se reunía periódicamente para decidir sobre los aspectos de su organización y funcionamiento. Se crearon bibliotecas, comisiones de propagada e incuso una Sección de Mutualidad que amparaba a los socios al corriente de pago en las adversidades de la salud mediante la cobertura de médicos y medicinas.


En Casablanca durante muchos años convivieron la Casa de España de los republicanos y la de los seguidores del régimen de Franco. Con el transcurso del tiempo ambas se fundieron en una sola que llegó a ser muy conocida por sus fiestas  siempre ligadas al consumo del alcohol. En el año 2003 fue objeto de un atentado de origen islámico como respuesta,  según dicen, a la participación española en la guerra de Irak. Aunque volvió a abrir sus puertas algo más tarde, la falta de una junta directiva comprometida con los objetivos para los que nació, y las expectativas por su céntrica y estratégica ubicación en la ciudad,  motivaron que cerrara definitivamente en 2004.

En Rabat la primera Casa de España estaba en el popular  barrio del Oceán y es recordada con cariño por los mayores que todavía viven. Con el transcurso del tiempo se trasladó al selecto barrio de Hay Riad, en una espléndida villa con piscina, restaurante y sala de actos. La piscina resultaba ser uno de sus mayores atractivos en los periodos primaveral y estival para las familias con niños. Cuando la administración española empezó a dar subvenciones empezaron los problemas. La codicia hizo que aparecieran intereses opuestos que poco a poco la han llevado a una situación imposible. Todos te querrán explicar quien ha sido el culpable, que siempre es otro y les oirás criticar a los demás. Es una lástima pero ya está en proceso de disolución.

El Tánger hay una Casa de España que es solo un restaurante. Es céntrica, se come bien, se puede ir a ver los partidos de fútbol y celebran el día de la Constitución, pero poco más.

En Larache también hay una Casa de España. Es el mejor restaurante de la localidad pero no hay actividades ni cuotas de socios, solo el restaurante.

Y la de Tetuán es la única que funciona como Casa de España. Es muy céntrica, tiene unas buenas instalaciones con restaurante, bar y sala de actos. Hay una Junta Directiva comprometida con la asociación que no es poco. Si van a Tetuán no dejen de visitarla y si tienen suerte podrán encontrar a alguien que les explique alguna de las muchas historias de la presencia española en la ciudad.

El modelo “Casa de España” tuvo su época, realizó un meritorio servicio a los españoles residentes en Marruecos y aunque los románticos suspiren por mantenerlas, parece que en los tiempos en que vivimos, esos lazos de amistad, de unión y de apoyo entre nuestros ciudadanos se gestionan por otras vías.

Hoy nuevas fórmulas de encuentro más acordes con la realidad de estos tiempos se están abriendo paso.

La emigración actual difiere en mucho de la de apenas hace cincuenta años. Los nuevos emigrantes son jóvenes, altamente capacitados y con un acusado sentido de la provisionalidad. Todos llegan inmersos en la cultura de las nuevas tecnologías, están en red y buscan la información a través de internet.

Hace un año la Embajada de España en Marruecos, a través de la plataforma “Facebook”,  creó el grupo “Vivir en Marruecos”.  La experiencia ha sido todo un éxito. En estos momentos ya cuenta con 185 personas conectadas que participan activamente en el blog. Comenzó en Rabat para los españoles residentes en la ciudad y poco a poco se ha ido extendiendo a los que habitan en otras ciudades de Marruecos. En el grupo se intercambia información de interés para el recién llegado y para el que lleva un tiempo, se formulan preguntas que siempre contesta alguien. Lo que empezó como intercambio de información sobre hoteles recomendados, comercios, restaurantes o lugares de interés ha ido ampliándose a la búsqueda de viviendas,  de servicios y  sobre los trámites necesarios para instalarse como residente. Más tarde se fueron incorporando las noticias sobre actos culturales, la organización de salidas o excursiones en grupo y ahora se pueden leer incluso algunas ofertas de trabajo.

En Rabat también se ha ido consolidando una convocatoria de “after work”  los miércoles a partir de las 19,30 horas en el bar del hotel Petri. En él se encuentran los españoles que viven en la ciudad y los que están de paso. Alrededor de unas cervezas se reúnen ya  unas cincuenta personas.

Para los actos culturales contamos con la actividad desarrollada por  el Instituto Cervantes.

Estas iniciativas que no disponen de estatutos ni de socios parecen marcar la pauta para los encuentros de los españoles en Marruecos. Un hotel, un restaurante o un bar español  donde reunirse alrededor de unas cervezas y  unas tapas. Y una plataforma en internet para estar conectados en red  e intercambiar informaciones y experiencias.

Cuando hablamos con los viejos emigrantes nos hacen sentir nostalgia de las  “Casa de España” pero los avances no perdonan. El actual modelo de punto de encuentro no es ni mejor ni peor sino diferente.

A veces tendrás la impresión de que los españoles viven en una burbuja. Se encuentran entre ellos y se relacionan con algunos marroquíes por razones de trabajo o con el vigilante y la señora de servicio o con los comerciantes del barrio o en la medina, pero poco más y esto no es conocer Marruecos. Se encuentra a faltar un punto de encuentro entre los españoles y los marroquíes que algún día llegará.

sábado, 13 de abril de 2013

Los vigilantes de aparcamiento






Los vigilantes de aparcamiento en Marruecos son toda una institución. Al principio te parecerán pesados pero luego valorarás su utilidad y te encariñarás con ellos. Son algo así como  los denominados “gorrillas “en España pero organizado y organizados.

En todas las ciudades los encontrarás. Visten normalmente de azul y llevan un chaleco reflectante que les hace inconfundibles. Te indicarán tu plaza, pararán el tráfico para que puedas aparcar, te ayudarán en toda la maniobra señalando hacia a donde y cuanto has de girar el volante, te dirán y darán su aprobación cuando ya estás bien aparcado y todo con una gran profesionalidad.

El coche está seguro mientras haya un vigilante de aparcamiento. No habrá robos ni sorpresas porque ellos se sienten responsables del vehículo mientras esté aparcado. Y cuando te vayas, bajarás la ventanilla y les darás unas monedas que ellos, con mucha dignidad, aceptarán dándote las gracias. Nunca miran cuanto les has dado, pero por el tacto ya lo saben.

Esta operación cotidiana te obligará a llevar siempre monedas en el coche pero ya encontrarás un hueco o rincón para tenerlas a mano. Si no tienes monedas te sentirás incómodo y en deuda porque él ha hecho su trabajo,  pero no pasa nada y tú ya te preocuparás para que no te vuelva a ocurrir.

Al principio les criticarás pero, poco a poco, te acostumbrarás y acabarás buscándolos siempre que quieras aparcar.

Todo está más organizado de lo que piensas. El ayuntamiento les señala la zona bajo su responsabilidad y ellos pagan un canon al municipio por la exclusividad y por esto  nunca verás peleas ni discusiones entre ellos.

Una Orden Ministerial del año 2004 los regula y fija las tarifas. 2 DHS para los coches de día y el doble por las noches. Aunque lo de las tarifas también es variable. En Rabat te informarán de que lo habitual es 3 DHS de día y 5 DHS de noche, pero si has quedado satisfecho con el servicio que te han prestado siempre podrás darles algo más.

Ahora, con la modernidad, ha venido el conflicto. Los ayuntamientos han empezado a instalar la zona azul. Los vigilantes de aparcamiento siguen allí. Los conductores se quejan de que tienen que pagar dos veces por aparcar y tienen razón. El tiquet de la zona azul y al vigilante del aparcamiento. Los vigilantes se quejan de que les dejan sin su modo de vida, de que les empujan al paro y también tienen razón.  Y los ayuntamientos están en medio.

El ayuntamiento de Casablanca en la concesión de la zona azul ha impuesto la condición de que la empresa explotadora contrate a los vigilantes de aparcamiento pero parece que no es suficiente. Los vigilantes de aparcamiento se ofrecen para ir a sacarte el tiquet o para limpiarte al coche, pero tampoco es la solución. Habrá que ver cómo evoluciona el conflicto.

Es un caso más de cómo la modernidad empuja para cambiar lo que funciona en lugar de cambiar lo que no funciona.  Detrás hay unas empresas que ofrecen la gestión del aparcamiento de pago mediante el sistema de zona azul y prometen grandes beneficios para la ordenación del tráfico. El ayuntamiento ve una oportunidad para aumentar sus ingresos y no está dispuesto a desperdiciarla. El conductor saldrá perdiendo porque ahora pagaba 3 DHS por todo el tiempo de aparcamiento y pasará a pagar 2 DHS por hora de aparcamiento, aparecerán unos nuevos vigilantes que no te ayudarán a aparcar y en lugar de preocuparse de que no te roben en el coche solo velarán para que no sobrepases la hora con el apercibimiento de una multa  y los pobres viejos vigilantes ven peligrar su forma de vida y quedan abocados al paro. 

Una vez más no todo lo nuevo es bueno ni todo lo bueno es nuevo.  Pero es moderno.