A los europeos nos incomoda esta manera de comprar
mediante el regateo porque no estamos acostumbrados pero antiguamente todo era
así, todo se negociaba.
La idea que subyace detrás es sencilla. Yo tengo algo
que tu quieres y tu quieres algo que yo tengo…hablemos para ponernos de
acuerdo. Los economistas lo tienen claro, el precio es el punto en el que se
cruzan la oferta y la demanda. No hay un precio fijo y todo dependerá de lo que
tú estés dispuesto a pagar y él esté dispuesto a aceptar….El valor de un objeto
estará en función de la importancia que tu le des o de la necesidad que tu
tengas.
Explican que la implantación del precio fijo es
relativamente reciente, que nació, como tantas cosas, en los EE.UU, en un
almacén en el que había tantos clientes que era imposible tener un empleado
para cada uno. Surgió entonces la idea
de rotular los productos con un precio de referencia y la idea tuvo tanto éxito
que nos hemos olvidado del arte de la negociación. No sé si esta historia es
verdad pero podría serlo.
Algunos consejos que pueden ser útiles son:
- - No olvidar que ellos no tienen prisa, es más, uno tiene la impresión de que les gusta hablar del fútbol, de la familia o de lo que sea aprovechando la negociación, crear un clima amable y amistoso y, poco a poco, entrar en el tema. Tener prisa se paga caro en Marruecos.
- - Cuando hayas cerrado un precio ¡cómpralo!...no lo dejes para otro día porque si vuelves, demuestras un especial interés y el precio del día anterior ya no sirve. Ha subido.
- - Tu posición saldrá reforzada si enseñas el dinero exacto y añades que es todo lo que tienes, que no tienes más. La vista de los billetes les perturba y les costará mucho renunciar a que vayan a su bolsillo.
- - También recomiendan no dar nunca tu precio porque quedarás atrapado y no hay marcha atrás con dignidad. Basta con contestar a su precio diciendo “es caro” y esperar a que vaya bajando hasta el precio que te interesa.
- - Hay quien dice que has de dividir por dos el precio inicial, el vendedor te dirá que no ofendido, haces ver que te marchas, él te retendrá con cualquier escusa y entonces y solo entonces, empieza la verdadera negociación.
Con el tiempo llegarás a tener una idea exacta o
aproximada de las cosas que te facilitará mucho la vida.
La negociación es un arte y conviene no olvidar que
ellos llevan 5.000 años negociando. Sentarse en una tienda de la medina y ver
como los marroquíes negocian con los clientes es un espectáculo pedagógico
e ilustrativo especialmente recomendado.
Nunca digas “me han engañado” porque nadie te ha
obligado a nada. Has sido tú quien libremente has aceptado. Aunque siempre te
quedará la impresión de que has pagado demasiado o que podías haber rebajado
más el precio. La vida es así y no le des más vueltas.
Uno tiene la impresión de que en Marruecos todo es
negociable. Es su costumbre. Así pues, antes de encargar algo o de pedir algo
cierra el precio si no quieres llevarte sorpresas. Cuesta acostumbrarse pero no
queda otro remedio, es su cultura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario