lunes, 18 de marzo de 2013

El tráfico en Marruecos






El tráfico en Marruecos es “raro” y fiel reflejo de la realidad del país. Visto desde Europa es desordenado y peligroso. Visto desde Latinoamérica resulta familiar.

Ceder el paso es signo de debilidad, hay que meter el morro del vehículo para luchar por tu espacio. 
Los movimientos están casi todos permitidos porque aquí siempre se busca el camino más corto y esto obliga a estar atento pues te pueden sorprender por cualquier lado. Las señales existen y están, pero harás bien en no fiarte porque a veces uno tiene la impresión que para ellos son indicativas pero no del todo obligatorias. 
El que tiene coche es “rico” y el que va a pie es pobre;  a partir de esta consideración el vehículo tendrá prioridad sobre el peatón. Parar para ceder el paso a un peatón es una temeridad porque el coche que va tu lado no lo hará y se puede llevar por delante al peatón al que tan amablemente has dejado pasar. 
Cuando ocurre algún accidente de chapa se detienen en medio de la vía pública sin importarles el caos que se pueda originar.  Y les gusta tocar el claxon.

Aviso, poco a poco, te descubrirás conduciendo como ellos por un extraño mimetismo. Todos critican el desorden del tráfico pero nadie se siente corresponsable. Puro Marruecos.

Es cierto que tienen muy buenas autopistas que enlazan las principales ciudades del país y que las carretas nacionales son razonables, pero al salir de ellas todo se complica, son manifiestamente mejorables y es por ello que abundan los vehículos cuatro por cuatro.

Periódicamente se produce un accidente con un autocar o un camión y muchos muertos, entonces la prensa saca titulares espectaculares y habla de la falta de seguridad, todos se escandalizan, las autoridades se muestran muy preocupadas y así hasta el siguiente accidente.

En el año 2010 han aprobado un nuevo Código de la Circulación copiado de los franceses pero los accidentes siguen sin descender. Como en tantas cosas, las leyes están pero no se cumplen. Otra vez puro Marruecos.

No he visto pruebas de alcoholemia porque como el alcohol formalmente está prohibido por el islam no se considera, pero seguro que los accidentes por alcohol existen.  El casco en motocicleta es obligatorio pero podrás ver bastantes motoristas que no lo llevan y hasta algún policía en ciudad tampoco lo lleva. Todo es relativo. Los ciclomotores no llevan matrícula ni se exige permiso de conducir. Observarás con frecuencia como aprovechan un ciclomotor para viajar, dos, tres y hasta cuatro personas, y así van las cosas por poner algunos ejemplos.

La policía de tráfico está,  pero pronto comprobarás que el sistema sancionador no funciona o no funciona como debería y sospecho que las personas “importantes” disfrutan de una cierta impunidad que no ayuda a la necesaria pedagogía y ejemplo.

La reducción de los accidentes de tráfico y de sus víctimas podría ser un buen proyecto colectivo, un paso adelante en los cambios que se quieren para el país, una oportunidad para la sociedad civil.

Si en España, que también somos indisciplinados, nos gusta la fiesta y hacer muchos kilómetros, lo hemos conseguido, ellos también han de poder hacerlo.




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